Tenemos cerca la Semana Santa y la Pascua, y por tanto el perdón, la misericordia, la compasión divina, la sobreabundancia de la gracia.
Unas jornadas más, y el misterio de nuestra salud quedará consumado.
Si alguna vez hemos tenido miedo a la penitencia, a la expiación, llenémonos de valor, pensando en que el tiempo es breve y el premio grande, sin proporción con la pequeñez de nuestro esfuerzo.
Sigamos con alegría a Jesús, hasta Jerusalén, hasta el Calvario, hasta la Cruz.
Además, «¿no es verdad que en cuanto dejas de tener miedo a la Cruz, a eso que la gente llama cruz, cuando pones tu voluntad en aceptar la Voluntad divina, eres feliz, y se pasan todas las preocupaciones, los sufrimientos físicos o morales?»
Foto: Imagen del «Señor en el sepulcro» - Capilla del Cementerio (Ayacucho-Perú) – Procesión «Viernes Santo» en la Semana Santa